Nunca pensé que este fuera a ser mi primer post "de verdad", pero un tropezón ha tenido la culpa.
La semana pasada cuando salia de clase tropecé bajando las escaleras. Siempre he sido un poco patosa, pero nunca esperaría torcerme el tobillo de una manera tan tonta. Bajando las escaleras que llevo bajando todos los días desde hace dos años.
En fín que primer problema de la temporada. Problema no, problemón !!
Ese día se acabo para mi. Tuve la suerte que rápidamente pudieron llevarme al Centro de Salud, el cual todavía no conocía, no había tenido esa suerte todavía. Mi pie se iba inflando poco a poco y empezaba a parecer un globo. Empezaba a doler demasiado.
Después de pasar por el centro de salud, y desde allí al hospital, me veo con el pie escayolado. Hooorrrrrooor!
Pues nada, de peores hemos salido. Pero claro como me voy a mover. Pues nada hay que reaccionar rápido !!
Primera opción, muletas. Ufff !! solo de pensarlo casi me desmallo. Recuerdo los callos en las manos de mi hermano cuando también le escayolaron. Imposible yo no podría ni andar dos pasos. Mis amigos me dicen que no es para tanto, pero las tengo que llevar yo y me mantengo en mis trece. NO
Segunda opción, una silla de ruedas. Nunca habría pensado tener que estar sentada en una, pero casi que era lo que mas me agradaba. Pues nada a por una, y claro donde se compra esto. Después de un largo debate entre los compañeros descubrimos que existe la posibilidad de alquilar una silla de ruedas en Madrid.
Bueno, pues he de reconocer que fue más fácil de lo que pensábamos conseguir una silla de ruedas. Acaban de traérmela a mi casa, mientras escribía mis peripecias. Ahora solo me queda superar el susto y empezar a rodar.
